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La película de terror protagonizada por Leonardo Di Caprio que recién llega a Netflix y ya es un éxito
Netflix estrenó en su plataforma La isla siniestra, un cásico de terror que ya es la más vista.
El gigante del streaming Netflix, sumó a su catálogo una película terrorífica que se volvió furor entre los espectadores. Todos los suscriptores esperaban que la empresa estadounidense estrenara La isla siniestra, Shutter Island en su idioma original. La producción es del año 2010 y es considerada por sus fanáticos como un clásico.
La película de terror estrenada recientemente en la plataforma se volvió en poco tiempo un éxito, tanto es así que llegó a liderar el top de las producciones más vistas en varios países del mundo. El largometraje de suspenso está protagonizado por el prestigioso actor Leonardo Di Caprio, de 48 años. El intérprete que ganó su primer Óscar a Mejor Actor en 2016 por El Renacido, también ha trabajado como productor de cine y ambientalista.
En La isla siniestra, a Leonardo Di Caprio (Edward Teddy Daniels), le asignan un compañero nuevo encarnado por Mark Ruffalo (Chuck Aule). Juntos los agentes federales van al hospital de Ashecliffe, un neuropsiquiátrico en Shutter Island, isla situada en el puerto de Boston. Ambos tienen la misión de investigar la desaparición de Rachel Solando, quien fue una paciente que desapareció misteriosamente de una habitación cerrada.
El argumento narra como el agente Daniels descubre una nota escrita por Solando antes de desaparecer. La misma se encontraba en su habitación y en ella se lee: “The law of 4, who is 67?” (La ley de los 4, ¿Quién es el 67?). Luego, Ben Kingsley (John Cawley) interpreta al jefe de psiquiatras, quien le explica que la mujer fue internada tras ahogar a sus tres hijos.
Pese a su desafortunada realidad, la paciente se niega a aceptar su realidad, no reconoce que se encuentra en un hospital mental y es considerada una demente. Mientras la película avanza, Daniels continúa con su búsqueda de Rachel Solando. Y durante la búsqueda, Teddy se interesa por un faro, el cual en teoría ya había sido registrado. El alguacil federal termina envuelto en una red de mentiras y comienza a dudar hasta de sí mismo.
