Realeza
La estrecha relación del príncipe William con Isabel II que enternece a toda Inglaterra
Usa visita de la familia real al Castillo de Windsor, expuso el tierno trato del duque de Cambridge con su abuela.Hasta hace muy pocos días, la reina Isabel II se encontraba encontrando la manera de juntar a toda la familia real para celebrar la Navidad. Lo cierto es que mucho se especuló de con quien de todos los miembros de su familia lo iba a pasar, ya que el gobierno británico permitió solamente 3 hogares. Isabel ante esta situación evaluaba la posibilidad de saltear el mandato gubernamental.
Lo cierto es que en las últimas horas se conoció que tanto la reina Isabel II como su esposo, el duque Felipe de Edimburgo, pasarán solos la Navidad en el Castillo de Windsor, donde se encuentran aislados. Y en este sentido, la monarca recibió una cálida visita el martes pasado, la visitaron: los duques de Cambridge, el príncipe Carlos con la duquesa de Cornualles, el príncipe Eduardo junto a Sofía de Wessex y por último, la princesa Ana.
Obviamente este encuentro se dio en un estricto distanciamiento social para evitar cualquier tipo de contagio de la monarca más longeva de Europa. Isabel II y su familia compartieron villancicos tocados por la banda The Salvation Army International Headquarter que se hizo presente. Sin dudas fue un gran momento para la reina luego de meses sin verlos.
Claramente los sentimientos estaban a flor de piel porque sin dudas todos deben extrañar a su querida Isabel. Pero sin dudas el que no pudo contener sus emociones fue su nieto el príncipe William, que sorprendió a todos cuando rompió el protocolo en cuanto al trato de su alteza real. El duque de Cambridge al despedirse expresó “Bye, Gran”, lo que en castellano podríamos traducir como “Adiós, Abu”.
Sin dudas esto enterneció a la reina Isabel II que respondió con una sonrisa. Este suceso nos recuerda a uno muy similar que ocurrió cuando William era chico. Una vez el príncipe se cayó mientras corría por Buckingham y empezó a llorar mientras llamaba insistentemente a un tal Gary. La reina acudió rápidamente a consolar a su nieto. Y reveló que se refería a ella, “Yo soy Gary. Es que todavía no ha aprendido a decir Granny (abuelita) bien”, afirmó.