Celebridades
Fue realmente un culebrón: los matrimonios de Camila de Cornualles que fueron una polémica
La menos querida por la familia real ha vivido unas intensas relaciones amorosas y su primer marido no se queda atrás.Camila de Cornualles, es la segunda esposa de Carlos, príncipe de Gales y por matrimonio posee, además del título ducal de Cornualles, los títulos de duquesa de Rothesay y condesa de Chester. Aunque también es legalmente princesa de Gales, el día del anuncio del compromiso matrimonial, el Palacio de Buckingham anunció que Camila sería titulada como duquesa de Cornualles, con tratamiento de Alteza Real, evitando así confusiones y brindando un respeto a la memoria de la primera esposa del príncipe, la fallecida Diana, princesa de Gales.
Lo cierto es que la actual esposa del príncipe Carlos, estuvo casada muchos años con el Brigadier Andrew Henry Parker Bowles, un oficial retirado de la Armada Británica. Camila se casó con el oficial en 1973 y tuvieron dos hijos, Laura y Tom. Luego de varios años se divorciaron en 1995, pero siempre tuvieron muy buena relación.
En el comunicado con el que anunciaron su ruptura, explicaban que, aparte de su estrecha amistad y los dos hijos que tenían en común, había ya muy poco que les uniera como marido y mujer, aunque para entonces todo el mundo sabía que en su decisión había influido mucho más que una falta de intereses comunes. Ya se sabía que ella era la amante de Carlos, incluso la misma Lady Di lo decía: "Éramos tres en el matrimonio, así que estaba un poco abarrotado”.
Sin embargo, al año de romper su matrimonio con Camilla, Parker Bowles se casó con Rosemary. Poco tiempo después, Carlos y Diana seguirían el mismo camino. Y así fue como los amantes tuvieron el camino libre y en 2005 se casaron. A la boda asistieron tanto Andrew Parker Bowles como su esposa.
Pero lamentablemente Andrew no tuvo suerte en 2010, falleció de un cáncer Rosemary Pitman a los 69 años de edad, dejando huérfanos a tres hijos y viudo a Andrew Parker Bowles. Lo curioso de esto fue que Camila asistió al funeral para arropar a su exmarido y, viéndolos despedirse tiernamente con un beso en la mejilla, quedó claro para todo el mundo lo estrecha que seguía siendo su amistad.